jueves, 2 de diciembre de 2010

Por despilfarrador

Reunidos junto a la lumbre estaban el mayoral dos “ayudaores”, el zagal mayor y dos zagales chicos. Era día de temporal , habían dejado un zagal en el hato y habían ido a dormir al cortijo. Ya noche cerrada la estancia en la que cenaban y dormían, solo se iluminaba por el resplandor de las llamas. Comentaban como cada noche los avatares de la jornada y después de cenar se arrimaban a la lumbre para calentarse. El mayoral ofreció tabaco y todos liaban lentamente el último cigarro del día.
Para uno de los “ayudaores” era su primer año con este amo, apenas llevaba en la finca unas semanas,(desde San Miguel) ; fue el primero en liar su cigarro y sacó del chaleco una caja de cerillas; encendió una de ellas, ofreciendo lumbre a los demás. El mayoral quedó muy sorprendido y mirando con desprecio al “ayudaor” se dirigió a el y le dijo:
Mañana en cuanto amanezca,recoges tus cosas “te vas pal pueblo”, habla con el administrador que te liquide lo tuyo, te buscas otro amo, que aquí ya no “hay na pa ti”.
El aludido muy sorprendido preguntó la causa de su despido, ¿acaso no hacía bien sus faenas? ¿ no había sido cumplidor?.
El mayoral se rascó la cabeza metiendo sus dedos bajo la boina, necesitaba meditar la forma adecuada para explicar sus razones. Hubo un silencio sepulcral durante unos segundos y poco después dijo:
Mira Antonio, “estabas al lao de la lumbre y por no agachate a coger un ascua pa encender el cigarro has tenio el valor de gastar una velilla” .
Si no eres capaz de mirar por lo tuyo, ¿como vas a mirar por lo del amo?..... “Así que ya sabes mañana pal pueblo”…..